Las indagatorias de Céparo y Velázquez complican más a los Celis por la narcoavioneta

Por Juan Cruz Butvilofsky

(de ANÁLISIS)

La 19ª audiencia del juicio Varisco/Celis comenzó con la exhibición audiovisual de una conversación entre Daniel Celis y Luciana Lemos. En la misma se mostró un diálogo referido al comercio de cocaína, incluso con videos en dónde Lemos le exhibía el material estupefaciente al líder narco a través de Whatsapp.

Tras esto, comenzó la ronda de declaraciones indagatorias previstas para esta jornada ya que los dos testimonios que iban a declarar por videoconferencia no pudieron hacerlo. Cabe mencionar que son dos testigos importantes ya que fueron quienes presenciaron el allanamiento a la casa de Luciana Lemos dónde se hallaron los más de 3 kilos de cocaína y un cuaderno con anotaciones incriminatorias contra los funcionarios municipales.

El arrepentimiento

La indagatoria de Luis Céparo generó polemica: «Yo quiero ratificar lo que dije en primera instancia y agregar algunas cosas». Céparo declaró en calidad de arrepentido y su primera indagatoria tiene carácter reservado.

El pedido de la defensa de los hermanos Ghibaudo para que se lea la primera declaración completa generó una discusión que derivó en un cuarto intermedio para resolver. Es que la defensa de Céparo pidió que se retiren todos los imputados para resguardar la integridad física de su defendido. De hecho, el resto de los acusados se mostraron interesados en escuchar que había declarado Céparo y no querían retirarse de la sala.

El TOF resolvió que los imputados salgan de la sala y se leyó la breve declaración de Céparo en la etapa de instrucción. Allí relató que el Tavi Celis lo buscó «2 meses antes de caer preso» y le pidió que busque un campo para hacer un aterrizaje. Céparo pensó en el campo de María Grande de los hermanos (Raúl y Omar) Ghibaudo y los llamó para ofrecerles el negocio: «Al campo fuimos a verlo varias veces con Tavi y otra gente que no conozco. La pista la hice yo con el tractor de un vecino pero nunca se ocupó por la lluvia. Luego cayó detenido Tavi y todo paró».

«Después apareció Titi Celis para alquilar la pista para el Tavi. Volvió a llover y nunca la pudimos usar. La fueron a ver con unos paraguayos y brasileros pero siempre con la compañía del Titi. Ahí un hombre gordo y rubio que estaba en una camioneta negra me dio $10.000 para cargar combustible y dejarlo en el tanque para la avioneta», agregó Céparo.

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