El abogado de Varisco viajó en taxi a Buenos Aires porque su maletín no pasaba el escáner

El intendente en persona lo llevó hasta el aeropuerto para que tomara el avión pero no se quiso arriesgar y ofreció 300 dólares a un taxista para que lo llevara

Los mentideros del aeropuerto de Paraná relataron una llamativa situación que se vivió semanas atrás cuando el abogado del intendente de Paraná, Mariano Cúneo Libarona, ofreció 300 dólares para que algún taxista lo llevara a Buenos Aires.

El reconocido y mediático letrado se sumó en junio a Rubén Pagliotto y Miguel Cullen para la defensa de Sergio Varisco en la causa que en la que el intendente está imputado por supuestos vínculos con el narcotráfico.

El llamativo hecho que protagonizó Cúneo Libarona ocurrió el 14 de junio, cuando el letrado vino a la ciudad para ejercer el patrocinio de Varisco en la ampliación de su declaración indagatoria ante el juez federal Leandro Ríos.

Según comentan, el abogado llegó a Paraná en avión por la mañana de aquel jueves con una valija de mano y un secretario que lo acompañaba.

Luego de que Varisco compareciera ante la Justicia, fue el mismo intendente quien lo llevó de vuelta al aeropuerto, aunque Libarona no ingresó a la terminal y se quedó afuera para encender un habano.

A pesar de que el intendente intentó quedarse, el mediático abogado le insistió para que se fuera y se sentó en uno de los pilares que hay en el estacionamiento del aeropuerto.

Esa situación llamó la atención de los mentideros aeroportuarios, que ya empezaban a comentar que el letrado no quería ingresar para no quedar registrado en las cámaras de seguridad y se preguntaban qué contenía el equipaje de mano del que el abogado no se desprendía.

Los que observaban la situación comentaban que cuando el letrado llegó a la ciudad, tanto él como su maletín pasaron los escáneres de seguridad pero, sin dudas, el equipaje no lograría superarlos para el viaje de vuelta.

Sostienen que cuando Cúneo Libarona terminó su habano, se puso de pie, se acercó a los taxistas que esperan pasajeros en el aeropuerto y dijo “le pago 300 dólares al que me lleve hasta Palermo, en Buenos Aires”.

Según comentan, el abogado pedía un vehículo bueno y se quedó conforme cuando un taxista que manejaba un auto marca Toyota se ofreció para llevarlo.

Afirman que Libarona pedía también que el viaje se realizara por las rutas entrerrianas y no por la autopista, porque sostienen que en esta provincia hay menos controles camineros y de gendarmería que los que hay en el camino por Santa Fe.

Así fue que, aunque tenía el pasaje de vuelta, el abogado se subió al taxi marca Toyota para emprender el viaje a Buenos Aires y queda en el registro de los vuelos el comprobante de que el abogado nunca abordó el avión de regreso.

Ya en la ruta, Libarona solicitó parar a comer en un restaurante de Diamante pero le pidió al chofer que cuidara con especial atención su equipaje, ya que afirmó que llevaba “pertenencias valiosas”.

Al llegar al destino indicado en Capital Federal, el abogado pagó los 300 dólares prometidos, le dijo al taxista que si necesitaba algo en Buenos Aires lo contactara y le pidió su tarjeta para llamarlo en alguna ocasión, aunque el chofer nunca más tuvo noticias del mediático representante legal.

Si bien se desconoce qué llevaba Cúneo Libarona en su equipaje, al que él mismo definió como “pertenencias valiosas”, los mentideros del aeropuerto sostienen que se trataba de los cuantiosos honorarios que el intendente Varisco pagó por su defensa.

En el aeropuerto se comenta que era una altísima suma en dólares, que no pasaría el control de los escáneres de seguridad, por lo que el letrado no quiso ni arriesgarse a entrar en el aeropuerto y, con la excusa de fumar un habano, se quedó afuera hasta encontrar a un taxista que lo llevara.

Desde el entorno de Varisco trascendió que, cuando el intendente decidió incorporar al farandulero abogado a su defensa, le preguntaron cuánto y cómo pensaba pagarle, a lo que el radical respondió que Libarona era un amigo que venía a ayudarlo.

A pesar de eso, los mentideros municipales comentan que la suma que el intendente desembolsó para contar con el patrocinio del mediático letrado supera los 200 mil dólares.

Los honorarios que perciben los abogados defensores de Varisco en las diferentes causas por las que la Justicia investiga al intendente son tema de conversación y preocupación en los mentideros del municipio y en los vecinos de la ciudad.

Lo que todos se preguntan es cuánto le paga el presidente municipal a cada uno de sus defensores, de dónde saca el dinero para hacerlo y cómo lo facturan los abogados, ya que se trataría de sumas exorbitantes.

Irónicamente, los mentideros municipales comentan que los defensores locales y de entrecasa de Varisco tienen menos preocupaciones que Libarona, ya que en su caso, no tienen que atravesar escáneres ni controles en el camino entre el municipio y sus domicilios.

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