Causa “abrevalijas”: creen que se toparon con un contrabando de cocaína y se quedaron con la droga

 

La investigación sobre la banda de “los abrevalijas” que operaba en el aeropuerto internacional de Ezeiza desbaratada el martes tuvo un giro inesperado: en la casa de uno de los sospechosos detenidos, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) encontró 16 kilos de cocaína. Y ahora no descartan que esa droga haya sido parte de un intento de narcotráfico con el que la banda se topó durante alguna de sus maniobras de robo de contenido de equipaje. Los ladrillos de cocaína tenían impreso el dibujo de un delfín, logo que ya fue descubierto en otros cargamentos secuestrados. La droga incautada tiene, puesta en Europa, un valor de un millón de dólares.
El hallazgo se produjo durante el allanamiento de una vivienda en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, donde vive uno de los diez detenidos de la causa, chofer de Aerolíneas Argentinas.

Los ladrillos de cocaína tenían impreso el dibujo de un delfín, logo que ya fue descubierto en otros cargamentos secuestrados. La droga incautada tiene, puesta en Europa, un valor de un millón de dólares.

“Una de las hipótesis que se analiza es que, en una de las ocasiones en las que abrieron valijas en busca de objetos de valor para robar, se toparon con la droga y se la quedaron; obviamente, nadie la reclamó”, explicó una calificada fuente del caso a La Nación.

Según informó la PSA en un comunicado de prensa, “la droga se encontraba escondida entre tarimas de madera, acondicionada en 15 paquetes de forma rectangular”.

Tras el hallazgo de la droga en Monte Grande, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, que está a cargo de la investigación, ordenó un allanamiento en la terminal de cargas del aeropuerto internacional de Ezeiza. En el operativo, que dio negativo, participaron 22 perros especialistas en la detección de sustancias estupefacientes.

El chofer al que le secuestraron la droga no es el único imputado que trabaja para Aerolíneas Argentinas. También fue detenido un mecánico de la línea aérea de bandera que, además, se desempeña como delegado gremial.

“Cabe aclarar que ninguno de los dos empleados de la compañía investigados participaba de las labores de carga y/o descarga en bodega de los equipajes pertenecientes a los pasajeros. Del mismo modo cabe destacar que Aerolíneas Argentinas ha colaborado con la Justicia desde un primer momento y se ha puesto a disposición del magistrado interviniente para facilitar su tarea. En caso de verificarse las acusaciones que son objeto de investigación, la compañía tomará las medidas disciplinarias correspondientes”, explicó la compañía ayer en un comunicado de prensa.

Del resto de los sospechosos, siete trabajaban para Intercargo, empresa que presta servicios en tierra para las compañías aéreas. El restante es un funcionario de control de pista de la Aduana.

No es la primera banda de «abrevalijas» que el juez Villena descubre en el aeropuerto de Ezeiza. En abril del año pasado -justo cuando empezó esta nueva investigación-, el magistrado procesó por los delitos de asociación ilícita y hurto a 14 sospechosos, la mayoría de ellos, empleados de una empresa de seguridad contratada también por Aerolíneas Argentinas. A los dos supuestos jefes de esa organización criminal se les trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 70.000 pesos. A los restantes imputados, por 30.000 pesos.

Aquella banda desbaratada el año pasado operaba en las cercanías de la cinta que transporta las valijas de los pasajeros desde la pista hasta el primer punto del área de arribos de la terminal. En cambio, la organización desbaratada en las últimas horas cometía sus delitos en el área de acceso restringido y en la zona primaria aduanera.

“Esta banda operaba en la pista de forma muy rápida entre el momento en que bajaban del avión las valijas y las subían al carro que las lleva hasta la cinta”, explicó a La Nación una fuente con acceso al expediente.

Para poder sacar los objetos robados y la mercadería ingresada de contrabando, la organización utilizaba una camioneta Renault Master ploteada con el logo de Aerolíneas Argentinas.

“La camioneta tenía doble fondo. Le habían colocado un piso de madera con una tapa. El hueco para ocultar lo robado tenía diez centímetros de profundidad”, explicaron las fuentes judiciales consultadas.

En los allanamientos ordenados por el juez Villena, la PSA secuestró 100.000 dólares, 150.000 pesos, 152 artículos de electrónica, 45 teléfonos celulares, 31 perfumes, 35 relojes (ocho, de lujo), armas de fuego y municiones.

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