Se vota el aborto legal y la clave estará en los indecisos y en los ausentes

En un final incierto y dramático, con una grieta que atraviesa a todas las bancadas sin distinción de colores partidarios, sexo o edades, la Cámara de Diputados iniciará este miércoles a las 11 el histórico debate sobre la interrupción legal del embarazo. En los conteos previos la votación arrojaba en la noche del martes un virtual empate, y en las dos trincheras enfrentadas se preveía un final ajustado, en que los indecisos, las posibles abstenciones y las eventuales ausencias jugarán un rol clave. Cinco de los nueve diputados entrerrianos se manifestarán a favor del proyecto de despenalización del aborto y cuatro están en contra, replicando la paridad que se palpa en el recinto nacional. Aun si resultara aprobado con media sanción, el proyecto debería pasar luego por el filtro del Senado. Se calcula que la sesión se extenderá 20 horas, no habrá cuarto intermedio y podría votarse entre las 7 y las 9 de la mañana del jueves. Habrá marchas a favor y en contra alrededor del Congreso que estará dividido a la mitad para evitar incidentes.
El relevamiento actualizado de aquellos que definieron su voto siguió arrojando una leve ventaja para el rechazo del proyecto: 121 en contra, 118 a favor, y 16 indecisos. La tendencia de todos modos en las últimas horas fue hacia el achicamiento de la brecha. Quienes están a favor de la ley de aborto seguro sumaron un lote importante desde las filas de los indecisos: ocho diputados definieron o “blanquearon” su voto en ese sentido: el entrerriano Atilio Benedetti, la chaqueña Aída Ayala y el pampeano Daniel Kroneberger (UCR); Mirta Tundis y Fernando Asencio (Frente Renovador); Anabella Hers Cabral (Pro); Fernando Espinoza (FpV), y el cordobés Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos.

Al voto en contra se sumaron el massista Alejandro Grandinetti, el macrista Alvaro González, el peronista salteño Javier David y el radical entrerriano Marcelo Monfort. Pero también hubo otros corrimientos: Antonio Carambia, del Pro por Santa Cruz, a quien se daba votando a favor, lo hará en contra; y la cordobesa Alejandra Vigo -esposa del gobernador Juan Schiaretti- pasó de las filas del voto en contra a indecisa. También se aseguró que el misionero Jorge Franco -que figura en lista “a favor”- estará ausente en la votación.

Hay dos núcleos duros inamovibles en sus posturas, pero hay legisladores no sólo indecisos sino que podrían dar sorpresas con cambios de actitudes, como se verificó hasta este martes. Por eso el final es de tanta incertidumbre. Las posiciones no se han modificado en lo sustancial y los enfoques son inconciliables: quienes están a favor sostienen que interrumpir el embarazo es un derecho de la mujer, y que se debe terminar con el aborto clandestino que genera muerte y daño a las mujeres, sobre todo las más pobres. Quienes están en contra levantan la consigna de «las dos vidas» que se deben «salvar», y sostienen que la vida existe desde la concepción.

El proyecto “de consenso” en favor del aborto seguro, legal y gratuito, que propone la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, tuvo dictamen de mayoría con 64 firmas, y 57 de rechazo, en el plenario de comisiones que luego de dos meses de audiencias y debates llegó a término este martes por la tarde. Los que apoyan el proyecto lo vivieron como un envión, porque no esperaban tanta diferencia y se ilusionaban con poder replicarla en el gran final en el recinto.

En medio de fuertes presiones -Salta, por ejemplo, amaneció con afiches que decían “abortar es matar, que el pañuelo verde no te tape los ojos”, y se aseguró que hubo amenazas a los legisladores- los 16 indecisos tendrán un papel definitorio. En ese lote hay una partición casi en tercios: hay diputados a los que se da con tendencia a votar a favor, otros en contra, y otros indecisos inescrutables.

Entre los indecisos podrían abstenerse el radical santafesino Hugo Marcucci y el peronista catamarqueño Gustavo Saadi, quien recibió en su despacho en los últimos días tres «obsequios» de fetos de plástico. En la decisión de los diputados pesan tanto sus propias convicciones como en otros casos, las reacciones que suponen de sus electorados (las provincias son más conservadoras y con influencia religiosa), y hasta el peso de las opiniones de cónyuges, hijos y otros familiares.

Si hubiera un empate, debería votar para definir las cosas el presidente de la Cámara, el macrista Emilio Monzó. Hace tiempo que Monzó está advertido de que podría ser una posibilidad, pero no quiere “ser otro (Julio) Cobos”, por el rol que tuvo en 2008 el entonces vicepresidente en el desempate de la Resolución 125. Monzó contaron fuentes allegadas estudió el reglamento de la Cámara y volvería a mandar una segunda votación, apelando a la formación de mayoría como en las votaciones papales antes de la fumata.

Afuera del Congreso, habrá dos marchas, una a favor y otra en contra del proyecto, y la Policía armó un dispositivo de seguridad para que puedan acceder a la Plaza de los Dos Congresos pero sin cruzarse. Cada una tendrá su propio escenario. Desde temprano estará interrumpido el tránsito en toda el área del Congreso.

Los votos entrerrianos

Cinco de los nueve diputados entrerrianos se manifestarán a favor del proyecto de despenalización del aborto y cuatro están en contra, replicando la paridad que se palpa en el recinto nacional.

El diputado de Cambiemos Marcelo Monfort fue el último representante de la provincia en dar a conocer su decisión -votará en contra- y ya no hay dudas sobre los nueve votos que corresponderán a Entre Ríos.

La posición a favor de la despenalización y legalización del aborto es mayoritaria entre los entrerrianos que integran la Cámara Baja. Votarán a favor del proyecto de ley: Yanina Gayol, Atilio Benedetti y Jorge Lacoste (Cambiemos), Juan José Bahillo (Argentina Federal) y Juan Manuel Huss (Frente para la Victoria).

Los que se oponen a la legalización del aborto, en tanto, son cuatro: Mayda Cresto (Argentina Federal), Alicia Fregonese, Marcelo Monfort (Cambiemos) y Julio Solanas (Frente para la Victoria).

El último en decidirse fue Marcelo Monfort. Lo anunció en las redes este martes por la siesta, previo a la reunión de comisiones en la que se debate el dictamen para llevar al recinto este miércoles. «Lo mío no es una postura religiosa ni moral. Pero considero que es inevitable que en el centro de esta discusión esté en juego la noción de vida», remarcó.

La letra chica del proyecto

El texto del proyecto tuvo modificaciones de último momento, entre las que figuran la mala praxis de los médicos y la confidencialidad de todos los datos recabados en la práctica.

La semana pasada ya se había redactado un pre-dictamen de 22 artículos que tomó de base el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, que garantiza el derecho a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo con el solo requerimiento de la mujer o persona gestante hasta la semana catorce (14), inclusive, del proceso gestacional.

Y aclara: “Fuera del plazo dispuesto, se garantiza el derecho de la mujer o persona gestante a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo en los siguientes casos:

– Si el embarazo fuera producto de una violación, con el solo requerimiento y la declaración jurada de la mujer o persona gestante ante el profesional de salud interviniente.
– Si estuviera en riesgo la vida o la salud la mujer o persona gestante, considerada como derecho humano.
– Si se diagnosticara la inviabilidad de vida extrauterina del feto.

Entre los cambios más destacados respecto del proyecto original, se incluye la creación de un registro de objetores de conciencia en el que podrán inscribirse los médicos, pero no los centros de salud, que siempre deberán garantizar la práctica y sólo podrán derivar ante excepciones. En el caso de las menores de 16 años, «la interrupción voluntaria del embarazo se debe realizar con su consentimiento informado en los términos del artículo anterior y conforme lo dispuesto en el artículo 26 del Código Civil y Comercial, en concordancia con la Convención sobre los Derechos del Niño, la Ley 26.061 y el artículo 7° de su decreto reglamentario. En particular, debe respetarse el interés superior del/a niño/a o adolescente y su derecho a ser oído».

La mujer tendrá derecho a acceder a la práctica en un plazo máximo de cinco días, y una vez solicitada la interrupción del embarazo, el centro médico tiene que garantizarle a través de consejerías «información adecuada; atención previa y posterior a la interrupción voluntaria del embarazo de carácter médica, social y psicológica, con el objeto de garantizar un espacio de escucha y contención integral; acompañamiento en el cuidado de la salud e información adecuada y confiable sobre los distintos métodos anticonceptivos disponibles, así como la provisión de los métodos anticonceptivos previstos en el Plan Médico Obligatorio y en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable establecidos por la Ley 25.673 o la normativa que en el futuro los reemplace».

Los principales cambios

Pero del pre-dictamen discutido el jueves en las comisiones de Salud, Familia, Legislación Penal y General, hubo modificaciones y se volvió a redactar otro que fue firmado este martes.

– En el artículo 1, los profesionales tendrán responsabilidad en los casos de mala praxis.
– En el artículo 11 se aclara que “queda prohibida la objeción de conciencia institucional y/o ideario”.
– En el artículo 12 se agregaron las obras sociales de las Fuerzas Armadas.
– En el artículo 13 se agregó la capacitación en perspectiva de género y el respeto a los pueblos originarios.
– En el artículo 14, se pone que se tomarán todos los recaudos para salvaguardar anonimato y confidencialidad de los datos recabados.
– En el artículo 15 se agregó como definición para la Ley el concepto de salud entendido según la definición de la Organización Mundial de la Salud.

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